Practicar pádel, cuidar un huerto o tomar una copa de vino con compañeros y compañeras de trabajo son prácticas cada vez más comunes, además de muy recomendadas por voces expertas.

“No hay empresas de éxito, sino equipos de éxito,” sostiene el graduado social y técnico en recursos humanos Manuel Ortín Botella. Profesor del Máster Universitario en Gestión de Recursos Humanos, Trabajo y Organizaciones de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), Ortín añade que mezclar trabajo y ocio contribuye a eliminar estrés, reporta satisfacción personal y ayuda al logro de objetivos organizacionales por la cohesión y el fortalecimiento del equipo. 

“Cuando compartes tiempo de ocio voluntario con personas del trabajo, las relaciones se manifiestan de otra manera porque la jerarquía de la organización desaparece. El trato con el compañero o la jefa cambia, se puede hablar de todo de una forma más natural” explica Ortín. El profesor considera que el desarrollo pleno de cualquier individuo en el ámbito laboral requiere de seguridad y confianza no sólo en uno mismo, también en la organización.

El ocio constituye un buen aliado para resolver conflictos, crear un clima laboral saludable y mejorar el rendimiento de los equipos de trabajo, factores claves en la productividad de las empresas.